viernes, 11 de enero de 2013

El gran salto a la prosperidad

Violeta Vigo, Directora Ejecutiva de ALAC y Jacqueline Saettone, autora del libro El Gran Salto

Jacqueline Saettone, la autora del libro El Gran Salto, señaló durante la presentación de su obra, anoche en el hotel Costa del Sol, una paradoja de nuestros tiempos: aunque lo único seguro que existe en la vida es el cambio, las personas y las organizaciones nos resistimos a cambiar.

“Se dice que la mayor certeza es que todo cambia y sin embargo la mayor parte de nuestras organizaciones continúan haciendo lo mismo, repiten lo que les salió bien en el pasado, lo que siempre han hecho”, dijo Saettone.

En esencia, explicó, las organizaciones repiten sus éxitos sin dar espacio a la creación de su propio futuro. Se desenvuelven de espaldas a la realidad, al hecho cierto de que el mundo sigue cambiando aunque ellos sigan igual. Un día cualquiera despiertan y encuentran que son obsoletas. Lo que funcionó en el pasado ya no funciona más.

Eso pasó, por ejemplo, con grandes firmas japonesas como Sony que deslumbró y lideró el mercado durante varios años con su Walkman hasta que apareció el Ipod de Apple, o su gran industria de televisores que fueron reemplazados por los coreanos Samsung con mejor tecnología, excelente calidad y precio. Lo mismo le ocurrió a la Kodak que continuó produciendo máquinas fotográficas con rollo de película, mientras el mundo tenía medio cuerpo metido en la era digital. Fueron desplazados por no innovar.

Durante la economía industrial el rol del ser humano era semejante al de una máquina. No había espacio para la reflexión. Los trabajadores hacían labores repetitivas. “Eso funcionó muy bien y generó riqueza en su momento, pero estamos en la economía de la creatividad y hoy las organizaciones más destacadas, más prósperas y exitosas son aquellas que maximizan el potencial creativo de sus empleados. La competitividad en la economía de la creatividad depende sobre todo del talento de las personas y de dotarlas de las condiciones y el ambiente adecuado para crear”, dijo Saettone.

La presentadora comentó que Richard Florida, director de la empresa de consultoría Creative Class Group y autor del bestseller The Rise of the Creative Class dijo: “La competitividad en la era de la creatividad se basa en el desarrollo al máximo del potencial creativo de todos los trabajadores, desde el oficinista de almacén y el jardinero, hasta el informático o el arquitecto”. Florida postula la teoría de que la clase creativa fomenta un entorno personal y profesional abierto y dinámico.

Durante su disertación, Jacqueline Saettone habló del poder de los individuos para encontrar soluciones innovadoras a los retos que enfrentamos. Contó la historia de un médico que debía extirpar un órgano a una mujer que había sufrido varios episodios de tuberculosis y neumonía. Era el procedimiento normal aunque definitivamente se iba a afectar la calidad de vida de la paciente. No obstante, el galeno decidió explorar un camino nuevo y diferente.

Su opción era “fabricar” un órgano nuevo haciéndolo crecer fuera del cuerpo para luego trasplantarlo a la enferma. La intervención quirúrgica no era problema para el experto. La dificultad estaba en el hecho de que la tecnología para “fabricar” el órgano aún era parte de la ciencia ficción. No existía. Había que inventarla. Para ello solicitó el concurso de un biólogo ingles especializado en células madre y dos ingenieras nacidas en Milán quienes crearon un bioreactor para que el órgano pudiera crecer. Los profesionales tuvieron éxito.

Lo importante de esta experiencia, reflexionó Saettone, es que una persona que entienda la naturaleza del problema, tenga una fuerte motivación por resolverlo, y cuente con la participación de los expertos, puede liderar una innovación en ciencias y tecnología aun cuando él mismo no posea los conocimientos necesarios.

Sin duda el líder debe ser capaz de transmitir a sus colaboradores el sentido de urgencia y encender en ellos la pasión para innovar. Eso es lo que hacen los líderes innovadores: maximizar el potencial creativo de los individuos en sus organizaciones. Para lograrlo –dijo la autora- hay que preguntarnos: ¿Cómo crear una organización capaz de encender la pasión en los empleados? ¿Cómo crear una cultura de colaboración? ¿Cómo lograr que nuestros colaboradores conozcan bien a los usuarios de nuestros productos y servicios para que sean capaces de identificar las soluciones antes de que los clientes los pidan?

De todos estos temas, con ejemplos interesantes y una redacción amena, trata el libro El Gran Salto, Cómo Lograr el Éxito a Través de la Innovación, que su autora tuvo la gentileza de presentar en Cajamarca gracias a la invitación especial de la Asociación Los Andes de Cajamarca – ALAC, La Cámara de Comercio y Producción y el Colegio de Economistas de nuestra ciudad.

Jacqueline Saettone es master en administración por la Escuela de Negocios en Harvard y bachiller en Antropología por la Universidad de Pennsylvania. Fue merecedora de la prestigiosa beca Eisenhower, dirigida a líderes emergentes a nivel mundial. Ha ocupado importantes cargos en Lima, New York, Washington, Kuala Lumpur y Londres. Actualmente es directora de la Comisión Fulbright y de la Asociación Los Andes de Cajamarca.