jueves, 28 de noviembre de 2013

Diálogo y desarrollo

Foto
Don Alejandro Quispe y Marcos Valdez

Se llama Callejón el Tinte. No es propiamente un callejón, al contrario, es un paraje a cielo abierto ubicado a sesenta minutos del centro de la ciudad, en la magnífica jalca cajamarquina. Exactamente dentro de la Granja Porcón. Le dicen “callejón” porque para llegar al sitio es necesario atravesar un camino de tierra flanqueado por arbustos. Lo de Tinte, le viene porque en la zona había una laguna de lodo negro que las señoras utilizaban para teñir los paños que hilaban ellas mismas.

“Eso era hace cincuenta años. Se utilizaba una planta que las mujeres hacían hervir con la tela para fijar el color, encima le echaban el lodo de arcilla negra y así se obtenían los teñidos. Esa laguna la secamos hace tiempo. Ahora hay pasto en toda la zona”, me contó Don Alejandro Quispe, el gerente y líder espiritual de la inmensa y próspera Cooperativa Agraria Atahualpa Jerusalén de Trabajadores Ltda.

Es en el Callejón el Tinte donde esta mañana se inauguró un sistema de riego por aspersión para irrigar cincuenta y dos hectáreas de pastos, en una primera etapa, y cuarenta más en el futuro. El objetivo del sistema es imitar a la lluvia. Hacer llegar el agua de riego a los pastos por medio de tuberías y aspersores que, gracias a una presión determinada, elevan el agua para que luego caiga pulverizada o en forma de gotas sobre la superficie durante los meses de verano que son los más del año, en Cajamarca.

Era una necesidad. La maximización de la productividad y rentabilidad es una obligación en la agricultura actual para mantener la competitividad en cualquier mercado. Esa era la preocupación de Don Alejandro Quispe, por lo que, en alianza con su vecino y socio estratégico Minera Yanacocha, emprendieron la construcción del sistema que incluye un reservorio de cuatrocientos cincuenta metros cúbicos de capacidad. El proyecto permitirá tener pastos durante todo el año para alimentar los rebaños de la cooperativa, y forma parte de un convenio por 3.5 millones de dólares que la Granja firmó con Minera Yanacocha para ejecutar juntos proyectos de desarrollo entre los años 2011 y 2015.

El sistema de riego por aspersión instalado beneficiará económicamente a ciento cincuenta familias que verán incrementados sus ingresos gracias a la abundancia de pastos que aseguren de manera sostenida una mayor producción lechera. El proyecto cuenta con un análisis descriptivo de la viabilidad social, técnica, económica y ambiental, contenido en el respectivo expediente técnico.

Hay que resaltar, también, que la obra fue ejecutada por la empresa Divino Salvador S.A., una compañía impulsada por la misma Granja Porcón y que se inició brindando servicios sencillos a Minera Yanacocha, hasta convertirse en la actualidad en una contratista de servicios especializados. El costo del sistema fue de cerca de un millón de soles financiados íntegramente por la empresa minera.

Durante la ceremonia de inauguración el gerente de la Granja Porcón, Don Alejandro Quispe, agradeció el apoyo de minera Yanacocha y reconoció su contribución al desarrollo de las comunidades vecinas a su operación. “Este aporte se debe al diálogo y a la buena relación que tienen la Granja Porcón y Yanacocha”, dijo Quispe.

Es cierto. Los buenos negocios son aquellos en los que todos ganan. Granja Porcón y Yanacocha son socios estratégicos desde hace cerca de veintidós años, cuando la empresa minera inició sus operaciones en la zona. El buen liderazgo en ambas instituciones y algo tan simple como “el diálogo”, transparente y constructivo, les permitieron desarrollarse juntos.