martes, 20 de septiembre de 2011

Nuestra casona de la cultura

Centro de Información y Cultura de Minera Yanacocha – Jr. Del Comercio N° 251 Cajamarca

Todo empezó cuando nos topamos con esa casona bella y antigua al límite del Centro Histórico de la ciudad. Buscábamos un nuevo local para nuestras oficinas que estuviera, de preferencia, en una zona de mucho tránsito. El inmueble, propiedad del Obispado de Cajamarca, estaba situado en la segunda cuadra del Jr. Del Comercio y había funcionado hasta pocos meses antes como sede de un importante Banco comercial.

La ubicación era ideal. Además de oficinas, el proyecto del nuevo local propuesto por Peter Orams, gerente de Medio Ambiente de aquel entonces, incluía un Centro de Información al servicio de la comunidad. Un lugar accesible al que pudieran acudir los estudiantes, profesores, profesionales y vecinos en general, para informarse sobre las operaciones, el manejo ambiental y las actividades de Responsabilidad Social de nuestra empresa.

El proyecto era parte de nuestro esfuerzo por facilitar la comunicación con la comunidad. En una oportunidad el Alcalde Luis Guerrero, quien gobernaba la ciudad con esas manos grandes y el ímpetu capaces de detener a un toro de lidia, le preguntó a nuestro gerente general Len Harris: ¿Cómo hago para hablar con ustedes si todos están trabajando en la punta del cerro? Ese comentario cierto y bien intencionado fue, de hecho, la razón para que se creara la primera oficina de Relaciones Públicas de Yanacocha que funcionó durante muchos años en la cuadra tres del Jr. Dos de Mayo –sede actual de la Cámara de Comercio de Cajamarca-, e inspiró más tarde la creación del Centro de Información.

Desde la instalación del Centro, hace algo más de lustro, cualquier persona -con buena o mala leche- que quisiera enterarse de los procedimientos, procesos de la operación, disposiciones de material, producción, adquisiciones, resultados económicos, gestión del agua, Estudios de Impacto Ambiental o cualquier otro tema relacionado con Yanacocha, podía hacerlo sin mayor esfuerzo ni costo alguno. Por ello, sabe a teatro cuando alguien “descubre” algún dato “oculto” que ya La Mina había puesto a disposición del escrutinio público, a apenas cuatro cuadras de nuestra Plaza de Armas.

Con el tiempo, el servicio de informar, la disposición de las bibliotecas física y virtual, la hemeroteca y el uso gratuito de Internet para los estudiantes, se extendió a otras actividades como el dictado de conferencias sobre ecología, medio ambiente, minería, educación y turismo, entre otros temas de importancia para el desarrollo para la región.

Poco a poco el espacio se fue utilizando, también, para difundir nuestra cultura cajamarquina. Gracias a sus cómodas instalaciones, el lugar empezó a emplearse como sala de exhibición de pinturas, esculturas y fotografía; y su auditorio, se prestó como un escenario magnifico para las presentaciones de nuestros músicos y otros artistas. El Centro de Información creció y se convirtió así, desde hace tres años, en el Centro de Información y Cultura – CIC. Un espacio y oportunidad para acoger y difundir el talento de nuestros artistas, tanto de los afamados como de los desconocidos.

Yanacocha decidió impulsar, aún más, la actividad cultural del Centro, encargando su dirección a nuestro dilecto compañero de trabajo William Guillén Padilla. William, para quien no lo sepa, ha publicado dos libros de poesía: Soliloquios de Homo sapiens y Planetario Astral; cuatro libros de cuentos: Los escritos del Oidor, Lo que yo Barman oí, Actos & Relatos y Microcuentos. De esta última obra, la escritora Dora Varona, viuda de nuestro consagrado novelista Ciro Alegría, comentó: “maneja el micro-cuento con humor fino y en un estilo sin precedentes en nuestra literatura”.

La obra de William ha trascendido nuestras fronteras y está incluida en antologías de España, Argentina, Venezuela, México y Perú. La Maison de l´Amérique Latine en París y McNally Jackson Books en New York, han sido dos de los lugares donde ha presentado su trabajo literario y editorial.

Además de músicos, pintores, escultores, cuenta cuentos, titiriteros, hacedores de máscaras y caricaturistas, el CIC ha sido honrado con la presencia de varios poetas. Este jueves 22 de setiembre, precisamente, se presentará en sus instalaciones la conocida poetisa cajabambina Lilian Goicochea Ríos -una estupenda persona a quien tengo el honor de conocer desde hace muchos años-, quien acaba de grabar el CD Amor y Verso, que ofrecerá a todos los asistentes al evento, en sus propias palabras, como: “un ramillete de poesías que llevan mi amor por la vida, la naturaleza y el ser humano”.

La poesía de Lilian es agradable para leer y más aún para escucharla declamada por ella misma. Su obra es clara y no tiene misterios ni miradas complicadas. Por el contrario es sencilla, elegante y muy humana. Se aprecia el buen gusto, la inteligencia y el oficio. Quienes asistan el jueves a esta fiesta en nuestra casona de la cultura apreciarán en carne propia la experiencia de que hablaba el gran Mario Vargas Llosa: “Sentimos que la poesía, la cultura, son lo mejor de la vida, gracias a ellas, ésta se convierte en un interminable festín”.